Mujeres en el Astillero
El Astillero Río Santiago y ATE Ensenada publicaron el libro “Mujeres que hacen barcos: la historia de trabajo y lucha de las mujeres del Astillero Río Santiago”, un volumen que, mediante testimonios y entrevistas, narra la situación particular de las mujeres de la fábrica naval desde sus comienzos hasta nuestros días, a lo largo de los diversos contextos políticos y sociales en los que se ha visto inmerso el astillero estatal de la ribera de Ensenada.
Coordinado por Beatriz Horrac y escrito por Cecilia Alvarez y Sofía Lamberti, ambas trabajadoras del Astillero desde hace más de una década, este libro surge como secuela de un informe realizado durante la pandemia por un grupo de trabajadoras que, por iniciativa propia y con el respaldo de la Gerencia General y del gremio, decidieron visibilizar la situación de las mujeres del Astillero, no solo con datos duros e información estadística, sino también narrando las vivencias, padecimientos y sentires de esas mujeres que, tras las sombras de sus compañeros, estuvieron presentes tanto con su fuerza laboral como en la resistencia obrera ante los ataques de los gobiernos neoliberales de los años 90 y 2018.
En este sentido, Beatriz Horrac, coordinadora del libro, manifestó que: “Este libro fue el producto de un trabajo en red para el ejercicio de un derecho y de un deber: el de la Memoria, Verdad y Justicia. Es la construcción de la memoria colectiva con nuestrxs compañerxs trabajadorxs, con nuestrxs jubiladxs, con lxs familiares y con la organización gremial. Es la búsqueda de la verdad porque nos planteamos hacer un diagnóstico participativo no sólo con números, sino también con las percepciones, sentimientos y padecimientos de la mujer, el cual ha sido un tema omitido en otras reconstrucciones históricas.
Y es también el pedido incansable de justicia por los femicidios y por la violencia contra las mujeres y por la equidad laboral en el ARS.”
La publicación cuenta con prólogos de Estela Díaz y Ariel Basteiro, y se propone ser el puntapié inicial no solo para dar la discusión sobre las desigualdades y adversidades que representa ser mujer en una fábrica de estas características sino también y principalmente para propiciar la generación y la aplicación de políticas de género en vías de obtener un astillero más equitativo, con políticas explícitas de inclusión y pluralidad.
Al respecto, las autoras comentan que “consideramos que una fábrica del Estado tiene que ser pionera en políticas de inclusión e igualdad, no podemos concebir la idea de un Astillero 100% Estatal que no tiene en cuenta a las minorías y que desoye los reclamos específicos de sus empleadas. Ya contamos con un Jardín Maternal y un Lactario para facilitar la tarea de las madres trabajadoras, pero las necesidades de las mujeres y diversidades de género exceden los asuntos vinculados estrictamente a la maternidad. Una política integral de género debe propiciar la igualdad de oportunidades y el acceso a tareas de alta responsabilidad y a cargos jerárquicos. También nos parece imprescindible y urgente la capacitación de todo el personal en materia de género y la incorporación de espacios que representen a todos, todas y todes.”